Los comienzos siempre son difíciles
Siempre
me ha fascinado la imagen de una mano sosteniendo una copa de vino…Esa
imagen tan utilizada en el cine en que se recorre un largo brazo,
para acabar en una mano perfecta que sostiene una copa de vino. Es la
imagen de la sofisticación, de la elegancia, ¿no creéis? .La verdad es
que el cine es ilusión, fantasía, pero en este caso, la imagen es real…, la
sensación es real….
La
vida está llena de cotidianidad, de rutina; trabajo, estrés, niños pequeños,
juguetes y mocos por todas partes…Esa es mi vida, en ese orden! Madre reciente,
que aún no ha conseguido poner en orden su nueva existencia, un desastre de
mujer que cada día se promete que será el último del caos, que mañana será un
perfecto día ordenado…
Y
aunque feliz, no puede evitar ver a las chicas glamurosas, perfectamente
vestidas, maquilladas y peinadas, que charlan amigablemente en fiestas y
cócteles, sosteniendo una hermosa copa de vino…., como en la pelis.
En mi
recién estrada vida caótica, sólo sueño con descansar, tener una charla tranquila,
con la imagen de la relajación y el glamour de las pelis.., con la enorme copa
de vino en la mano, en mi pequeña cocina con una charla agradable…
Por
que asociamos el vino a una conversación larga y agradable…? En realidad no soy
una gran bebedora de vino, soy la típica que intenta descubrir olores en la
copa una y otra vez, y lo único que percibe son las gotas que le acaban
salpicando en la nariz de tanto mover la copa :P
Pero que elegante es ir a una bodega y hacer una cata… Mi primera cata, fue a lo grande!! En la Rioja. Una bodega moderna, espectacular por dentro y por fuera. Un paseo alucinante a los ojos de una auténtica novata…
Sabéis
la sensación de no enterarte de nada y fingir lo contrario…? Aquella gente
parecía saber mucho de vinos, allí estaban los señores de mediana edad con sus
esposas y aquel grupo de amigas, jóvenes, guapas y glamurosas. Parecía que
habían nacido dentro de una barrica!!!
Fue
realmente interesante descubrir cómo se plantaba la uva, su cuidado, su
recolección…, pero más aún ver la transformación de aquel fruto tan pequeño en
un producto tan grande...
Me
tome mi tiempo para probar aquel vino que giraba mareado en la copa, que
como no, cogía mal y estaba cogiendo temperatura..
Mientras
las chicas de oro, se miraran dando por entendido la exquisitez de aquel
caldo…, yo disimulaba para que no apreciaran que en realidad apenas me mojaba
los labios, con aquella bebida sanguinolienta… Me ardió la boca, y la garganta
a su paso, y noté como aquella gota caía en mi estomago y enrojecí al pensar
que toda la sala había oído su sonido al caer…
No fue
eso lo que hice que toda la sala me mirase, sino mi sonora tos, y el color rojo
de mis mejillas…. Uf! que mal trago!!! Como raspa, pensé, bendita agua dónde
estás? Ni rastro, ni un palito de esos que están más duros que la piedra
pómez…., nada que llevarme a la boca… Disimulo a lo Mr. Bean, girándome y
sacando aire por la boca, agggghhhhh! Agghhhhh!
Pero
lo peor estaba por llegar, la señora amable que nos hizo el recorrido por la
bodega y posterior cata, comenzó a preguntar uno a uno cual había sido nuestra
sensación al probar aquel vino… Dios no!!!! Entonces empecé a sudar…., pensar y
sudar, pensar y sudar…. Qué digo!?!?! Qué digo?!?! La rueda empezó a girar y se
acercaba peligrosamente a mi… por favor, piensa, piensa…., me dirigí a mi
acompañante, gran experto en vinos, de esos que parece que no hayan probado en
su vida otra cosa buscando su complicidad… pero estaba ocupado, cómo no!! Bebiendo….
Más sudor, más calor, y la rueda se detuvo en mi…., blanca de repente solté un
; “opino lo mismo”, sin saber ni siquiera que opinaban los demás… había estado
demasiado ocupada buscando un pensamiento en mi cerebro, que casualidades de la
vida, no estaba por la labor. :P
MC
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